-Hacia el lado de aquél río, suelo ir a menudo,
haga calor o haga frío.
Tu fiel imagen, invade mi Alma y mi Corazón,
se desarma....
-Te cuento cosas al oído, aunque tú ya te hayas ido...
Y veo junto a ti, el recorrer de las aguas, recordando,
que me has mentido...
-Solo te contaré, que ando perdido...
Que voy errante por los caminos, buscando el anillo,
escondido.
-El que ocultaste en aquél hueco del árbol, cuando tú,
me dejaste.
Con el tiraste, mi cariño...
Cuando lo enterraste...
-No temas, niño....
La vida, es de por sí, un desafío, complicada y desafiante.
Con su armadura va cargada, para atender al fusilante..
Pero, no hay que pensar siempre, que estás vencido...
-En la orilla de aquél río, me quedé dormida...
Y entre sueños, pude ver, la Luz de otro nuevo día,
más, la brisa me recuerda, que entonces yo sí que existía...
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