_Te conocí, en un café, y te dirigiste a mí.
Me preguntarse mi nombre, y sin pensar te lo di...
Te sentaste a mi lado, y me ofreciste un té, y yo con,
un gesto raro, te dije.... no, prefiero café.
_charlamos bastante rato, suficiente para entender, que,
tú y yo sin dudarlo, nos volveríamos a ver....
Me pediste mi teléfono, y al principio yo dudé, pero fue,
tu simpatía, la que me hizo ceder...
_Largo rato, nos miramos, y el tiempo voló sin querer,
tenía que despedirme, pero no lo quería hacer.
Hacia frío y llovía, y no apetecía salir, y más con tu,
compañía, se hacia difícil partir...
_Tomaste mi mano y yo la tuya, no aparté, sentimos la,
presencia del calor humano, que enseguida, se hizo, ver.
Dejaste, un ramito en el plato, de aquella taza de café..
Y al cabo de un rato. sin pensarlo, te besé....
_Desde entonces, acudimos siempre juntos, a aquella,
vieja cafetería, donde nos conocimos, y juntamos,
alegrías, donde, nuestro comienzo, empezó, con un,
intento, con una taza caliente, de un bendito café...
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