-Nuevos valores me traen del Sur.
Con un reto en una Plaza.
Entre tantos alardeos, el Alma se me desata.
-En una Plaza de sangre, yo me pongo a torear, y como un buen,
aspirante, dos orejas me he de llevar.
No me falta valor, ni me falta estilo, tengo mi propio coraje.
-Y a modo de un homenaje, brindo mi suerte, al azahar.
Aunque en ello tenga que llevarme, algún que otro vendaje, lo,
daré como aprendizaje.
-El público, me aplaude y echan piropos.
Y mi niña que está entre todos, rezando está.
Cuando me acerco al toro, un vuelco, el Corazón le da.
-Al final, el toro bravo, cae rendido a mis pies, y yo me siento,
orgulloso, como un buen Cordobés.
Dos orejas y un rabo, más de lo que yo pensaba, de ese toro tan,
bravo.
-La miro y le lanzo un beso, con toda mi picardía, y ella me lo,
devuelve, con toda su alegría.
La Plaza queda vacía, entre ramos y claveles, que han adornado,
este buen día.
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